miércoles, 12 de enero de 2011

Typical spanish


Fuente: rtve.es
Después de muchas dudas, rumores, filtraciones y quimeras ya se conoce el Balón de Oro 2010. Lionel Messi, el mejor futbolista del mundo, ha ganado por segundo año consecutivo este prestigioso galardón. España, representada por Andrés Iniesta y Xavi Hérnandez en la categoría de jugadores y Pep Guardiola y Vicente del Bosque como entrenadores se ha vuelto de Zúrich con las manos vacías. La duda es: ¿Es justa la decisión o nos la han vuelto a liar las altas esferas futbolísticas?

Luis Suárez, el único Balón de Oro nacional, ya tenía sustituto. Su nombre: Andrés Iniesta, un jugador de humildad infinita y genialidad única. Su gol ante Holanda había pesado más que la trayectoria impoluta de la mejor batuta del fútbol mundial, Xavi Hernández. Para completar el podio barcelonista estaba Leo Messi, relegado a ocupar un segundo plano por su mal Mundial.

Esta realidad fue la que dibujó el mes pasado la prestigiosa Gazzetta dello Sport. Todos, el primero yo, nos lo creímos. Pensamos que, como marcaba la tradición, el equipo ganador del Mundial tendría en sus filas al próximo Balón de Oro. Recordamos a Cannavaro hace cuatro años posando con el trofeo y vimos las fotos de Ronaldo, flamante ganador del campeonato celebrado en Corea y Japón, para aumentar nuestro optimismo. Nada podía fallar, la suerte estaba echada y nosotros éramos los campeones del mundo. Zúrich sería el escenario idóneo para entregar el testigo, 40 años más tarde, de Luis Suárez y, además, Vicente del Bosque vería reconocido su trabajo al frente del combinado nacional.

Ahora bien, cuando uno analiza el fútbol debe introducir la variable de la sorpresa. Precisamente cuando el país analizado es España la incertidumbre aumenta de tal forma que los pronósticos se tornan en quimeras. El último ejemplo fue el Balón de Oro. Tras ver las votaciones finales me surgen dos aseveraciones: Si esto fuera la lotería de navidad La Gazzetta no habría conseguido ni el reintegro (no acertó ni el ganador, ni el orden de los otros dos jugadores) y, como dice el dicho popular, Spain is different.

Por ejemplo, al parecer no nos concedieron los Juegos Olímpicos de 2016 por la norma, no escrita, de la rotación continental. Se aceptó con resignación, no vamos a pretender nostros modificar instituciones tan ancestrales como el COI. En cambio, cuando otra norma no escrita estaba de nuestra parte, después de haber engalanado media Fuentealbilla con el rostro de Iniesta y haber convertido a Xavi en la persona más famosa de Terrasa, nos damos cuenta que el Mundial no es tan importante, que las reglas están para romperse.

Messi, el elegido



Ha sido el argentino, el sucesor de Maradona, el Messías con el vibramos cada domingo el encargado de hacer despertar a la parroquia española de su sueño dorado. Mi pensamiento es claro: Es justo ganador, el mejor futbolista del mundo y el depositario idóneo del trofeo. Sólo repasando la temporada en su globalidad, recordando sus goles ante el Arsenal, Zaragoza..., rememorando que él fue el máximo goleador de la Liga y de la Champions, la Bota de Oro de 2010, empezamos a tener una idea de los motivos por los que ha sido elegido.

Sus rivales y compañeros de vestuario le consideraban favorito. Pocos de los inquilinos del Camp Nou dudaban que el premio acabaría en Argentina. Yo, pensando que se desplazaría a tierras manchegas, sólo puedo alegrarme por una decisión justa que únicamente ha premiado como se merece a un futbolista irrepetible. Acumular con sólo 23 años dos Balones de Oro es una hazaña increíble..

Una cosa es que moleste que la tradición se haya roto con España y otro es dudar de la valía de Messi. Sinceramente Xavi no realizó el Mundial de su vida e Iniesta, mucho más acertado en la cita de Sudáfrica, se pasó media temporada lesionado. Probablemente arreciarán, o están ya arreciando, las críticas sobre la votación. Se dirá que se han vuelto a olvidar de España, que no nos respetan, incluso repescarán el triste arbitraje de Howard Webb ante Holanda pero, la realidad es que este premio ha ido a las vitrinas del que seguramente llegue a ser el mejor futbolista de todos los tiempos. Los regates de Messi dejan poco cabida a las teorías conspirativas.

Mourinho, el otro triunfador

Eclipsado por la larga aureola de los tres jugadores del Barcelona, el portugués ganó la partida a Vicente del Bosque como mejor entrenador del año. Su triplete con el Inter, Copa, Liga y Champions, pesó más que el ansiado Mundial de 'La Roja'.

Lógica decisión. Por muy meritorio que sea lo ocurrido en Sudáfrica no es comparable con lo que logró el portugués con la escuadra interista. Mourinho tenía una buena plantilla pero, casi nadie hubiera apostado un euro por su victoria en la Champions. Es más, si a principios del curso pasado si alguien hubiera vaticinado un triplete en el fútbol continental, la mente de todos los aficionados se hubiera desplazado a Barcelona.

Criticar la chulería y la prepotencia de Mourinho y pedir encarecidamente a los futuros entrenadores que obvien sus maneras de comportarse no implica afirmar que él era merecedor del galardón.

Votaciones curiosas

¿A quién votó Ibrahimovic? ¿Se acordó Eto´o de sus ex compañeros del Barça? ¿Alguien prefirió dejar los votos en su vestuario antes que favorecer a su eterno rival? Este tipo de votaciones siempre deja anécdotas curiosas. Repasemos las de este año:

El capitán de Bélgica, Thomas Vermaelen, consideró a Cesc Fábregas como el mejor jugador del año. Un poco exagerado. Sólo la justificación de ser compañeros de equipo en el Arsenal puede servir de excusa.

Eto´o también barrió para casa a la hora de dar sus votos.  Wesley Sneijder, el gran ausente en la gala, fue el destinatario de sus votos. Como Balón de Plata y Bronce eligió a Xavi e Iniesta respectivamente. Otro ex del Barça, el sueco Zlatan Ibrahimovic también se olvidó de Leo Messi. En este caso, el polémico delantero optó por Iniesta, Sneijder y Xavi.

Interesante el voto del capitán de Finlandia, Sami Hyypiä. Todos le recordaréis por su etapa en el centro de la zaga del Liverpool. Precisamente su condición de central probablemente sería el desencadenante de seleccionar a Carles Puyol como Balón de Oro. Bastian Schweinsteiger y Diego Forlán completan su podio.

El capitán de México, Gerardo Torrado, un jugador que deambuló por España bajo la camiseta del Sevilla considera a Xabi Alonso el segundo mejor futbolista de 2010, sólo superado por Diego Forlán. Viendo su votación se nota que ha conservado la pasión por los chistes de nuestros amigos del sur.

Dejan Stankovic no debe ver más allá de las fronteras de su vestuario. Sneijder, Eto´o y Maicon fueron sus elegidos. Cristiano Ronaldo, el flamante capitán portugués, fue otro de los que se olvidó de Leo Messi. Xavi, Sneijder y Casillas fueron sus elegidos. Íker Casillas prefirió repartir votos entre sus compañeros y ex compañeros: Robben, Sneijder  y Cristiano.

Entre los entrenadores hay que destacar la votación de Javier Clemente, seleccionador de Camerún: Xavi, Iniesta y Puyol. Vicente del Bosque, siempre diplomático, se decantó por Messi, Cristiano y Schweinsteiger. Como nota curiosa es necesario mencionar al entrenador de Burundi, ¿Qué habrá visto Adel Amrouche para considerar al lateral alemán Philipp Lahm como tercer mejor jugador del mundo en 2010? Otra pregunta sin respuesta, como tantas otras que cada año nos deja las votaciones al Balón de Oro.

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