Excelso, brillante, inolvidable... Todos estos epítetos pocas veces sirven para describir un partido de fútbol. Sin embargo, el último Barça-Madrid ha roto esta senda, ésta vez sí que se ganó el apodo de "partido del siglo". Analicemos los motivos por los que la memoria de cualquier aficionado al deporte no dejará de recordar el día en que el equipo de Guardiola aunó belleza y efectividad.
Probablemente, la derrota del Real Madrid empezó a fraguarse en la excesiva valoración de los resultados que venía cosechando el equipo de Mourinho. Como bien dijo el propio portugués, el Barcelona "es un producto acabado" (entiéndase acabado en el sentido de ensamblado y no como agotado), mientras sus pupilos están empezando a constituirse en bloque. Es verdad, por muy buenos que hayan sido los resultados anteriores, que el Madrid es una escuadra en construcción y, no sé si motivado por la burbuja inmobiliaria que tanto demora el levantamiento de nuevos edificios, todavía no está lista para desbancar al que se ha convertido en paradigma futbolístico en los últimos años.
La alineación y el esquema táctico de Mourinho facilitó las cosas a su rival. El ansia por no mostrarse como un equipo inferior le llevó a no cambiar su sistema, con la excepción de reconvertir a Di María en falso lateral izquierdo para combatir las subidas de Alves, a imagen y semejanza de lo que hacía con Etoo en el Inter. Así, con una nula capacidad de presión arriba, Benzema deambuló por el campo sin enzimar a los centrales azulgranas, y con la defensa adelantada el Madrid se puso a merced de la genialidad de Xavi, Iniesta y Messi. Como era de esperar, por algo probablemente son los tres mejores del planeta en su posición, empezaron a nutrir de balones a Pedro, Villa y, al final, Bojan que sólo el buen trabajo de Pepe, el mejor sin duda de los madridistas, y una pizca de fortuna evitaron que se repitiera el marcador del Almería.
El Madrid jugó en el alambre todo el partido. Con Marcelo afanándose en repetir todos los vicios que se le achacaron en el pasado y Carvalho empeñado en demostrar lo acertado que estuvo el Chelsea en venderlo, su equipo se limitaba a disfrutar del espectáculo de los rondos del Barça, algunos llegaron a 50 toques. Ronaldo, perdido entre tanganas y sucesos extra futbolísticos, sólo creo peligro con dos faltas que ni tan siquiera fueron a puerta. Quizás, si Mourinho hubiera apostado de salida por Lass en vez de Özil, como hizo en en el segundo acto, y su equipo no hubiera optado por el intercambio de golpes creo que, como mínimo, no hubieran salido humillados del Camp Nou.
Del Barça poco se puede decir. Simplemente elevó su fútbol a la quintaesencia, transformó su marca en eterna y lanzó un mensaje de superioridad inolvidable en el corazón de sus millones de aficionados. Con Messi más retrasado asistiendo a Villa y la pareja Xavi-Iniesta como cerebros este equipo parece imbatible. Sólo hay que ver cómo presionaban al Madrid en el saque de centro tras el cuarto gol, ejemplo de compromiso y hambre de unos jugadores que ya lo han ganado todo. Además con ocho jugadores de la cantera en el once titular a los que hay que sumar a Bojan, demostrando cada día que no es un jugador para el Barça, y Jeffren, quién será recordado como el autor del gol que cerró la manita que más sonrrojo a los aficionados del equipo de Florentino.
Con todos estos datos, comprenderéis como el Madrid pareció un equipo amateur en muchos minutos del partido. Era el día D, hora H y no es que el Madrid ni apareciera por Normandía, es que realizó uno de los mayores ridículos de su historia, a la altura de otras gestas conocidas como "el Alcorconazo".
Ahora bien, lo mejor para el Madrid, y una verdad como un templo, es que este partido no ha decidido la Liga. Habrá sido un misil en la línea de flotación del buque madridista, habrá denostado su confianza y su imagen internacional no se habrá proyectado de la manera deseada por Valdano, pero, por mucha euforia que se desate tras un partido, la única verdad es que las copas sólo se levantan en mayo. Como bien lo expusieron ambos técnicos en sus ruedas de prensa, aunque su diferencia de juego fuera sideral su distancia en la tabla liguera es tan terrenal que se reduce a dos puntos.
Por último, un consejo. No os perdáis el próximo post, ya que trataré una a una todas las acciones polémicas del derby: tanganas, penaltys, fueras de juego, profecías Cristianas... En definitiva, todos esos detalles que aportan la salsa a estos partidos.
Que grande es este Barça de Guardiola, 5-0 al Madrid!!!
ResponderEliminarComo se habrá quedado Mourinho???? pagaría por ver el portazo que habrá dado después de ser humillado en el Camp Nou. Hay que ser más humilde Mou!!!!
Hay que felicitar a los culés. Un gran partidazo, estoy deseando que llegue el momento de volver a verse las caras en el Bernabeu para ver cómo reacciona el malhumorado de Mourinho.
ResponderEliminar