sábado, 4 de diciembre de 2010

Si yo fuera Iturralde



Un signo inequívoco del Clásico son la gran cantidad de jugadas polémicas. Por muy desigual que sea el resultado, incluso con un 5-0, siempre el hincha del conjunto derrotado evocará aquella acción en la que el árbitro debió pitar penalty o aprovechará un milimétrico fuera de juego para volver a llenar su autoestima bajo la clásica fórmula de "nos han robado el partido". Repasemos aquellas jugadas que, si bien no creo que hubieran cambiado el signo del encuentro, si podrían haber modificado el resultado.


Sinceramente creo que la actuación del técnico del Barça fue absurda. Con su equipo ganando por dos goles, dando un baño futbolístico al Madrid, se supone que cualquier interrupción en el juego no beneficia a sus intereses. Precisamente esto último fue lo que provocó al no dar el balón en la mano a Cristiano cuando éste fue a cogerlo. Fuera por provocar al portugués o para permitir colocarse a sus pupilos antes del saque de banda, la jugada se saldó con un par de amarillas innecesarias para jugadores azulgranas.

Luego, como viene siendo habitual, Cristiano lejos de evitar polémicas decidió convertirse en el centro de ellas. No fue un gesto bonito empujar a Guardiola, ni enfrentarse a media plantilla del Barça, mención especial merece Valdés quien, empadado de un increíble espíritu justiciero en defensa de su entrenador, se encaró con el 7 blanco.


Jugada muy difícil. La típica acción dónde el delantero se adelanta por milésimas al portero y, sabiendo que no va a poder alcanzar el balón, busca el contacto. En Europa, máxime jugando en casa el posible infractor, el árbitro ni se inmuta. En España, fruto de ese incomprensible doble rasero futbolístico con respecto a otras ligas del viejo continente, si te lo piden te aguantas y si el silbato no suena no podrás decir que has sido asaltado.

Para complicar más la acción, ambos jugadores tenían amarilla. Así, si pita penalty habría que expulsar a Valdés y si considera que Ronaldo fingió, éste debería haber abandonado el terreno de juego. Iturralde no se mojó, concedió saque de puerta y las tarjetas no se movieron de su bolsillo. Yo en directo hubiera hecho lo mismo, pero después de muchas repeticiones, a cámara lenta, se puede pitar penalty.



Tras recurrir a las tecnologías, parar la imagen en el momento del pase de Messi a Villa en el tercer gol y visionar la acción varias veces, se puede decir que el primer gol del asturiano en el encuentro fue, por centímetros, en posición de fuera de juego. Otras posibles reclamaciones, sobre posiciones antirreglamentarias de Xavi en el primero y Jeffren en el quinto, son infundadas.


Agresión de Carvalho a Messi

                                                       

Messi exageró la agresión de Carvalho. Una acción que por repetida que sea en los campos de fútbol no deja de ser criticable. Aún así, decir que el argentino no recibió un golpe para caerse sobre el césped no significa que el jugador del Madrid adornó su pésimo partido el pasado lunes con una jugada por la que debió ver la amarilla. Lo que nunca puede ser es que el jugador golpeado, por leve que sea, se convierta en infractor y depositario de una tarjeta.


Estuvo desaparecido todo el partido. Probablemente su participación se reduzca a tres acciones: Pegó una dura patada a Villa cuando los rondos del Barça eran interminables, se durmió en el quinto gol de Jeffren y decidió convertirse en "villano" del partido con una patada tan dura como innecesaria sobre Messi con el tiempo cumplido. Para completar su actuación se fue del Camp Nou empujando con chulería a Xavi y Puyol con una actitud macarra, impropia del Madrid y de un futbolista profesional.

Arbeloa, el rey de las faltas

Esta temporada el bueno de Álvaro se le ve ansioso por demostrar que se merece más oportunidades en el equipo de Mourinho. Ésta puede ser la única razón que justifique la increíble ración de faltas que cometió Arbeloa en los escasos minutos que estuvo sobre el cesped. Desde la retirada del insigne Pablo Alfaro no se veía una mayor proporción de faltas por minuto jugado.

La derrota dejó al Madrid sin voz

Siempre, en las victorias y muy especialmente en las derrotas, los jugadores de estos dos equipos deben hablar con los medios. La política de no hacer declaraciones fue el peor broche a un día para olvidar. Está bien que el departamento de comunicación merengue permita a Valdano hacer su discurso a medio camino entre la fiolosofía y el fútbol, pero huele a insuficiente cobardía implantar un veto a una plantilla que, como mínimo, debió de haberse disculpado con sus seguidores.

El bromista Piqué hace de las suyas

Con un currículum como el suyo, convenientemente granjeado por lanzamientos salivarios y de pipas, se podría decir que Piqué volvió a traspasar la delgada línea entre una broma graciosa y otra de mal gusto. En cambio, lo único criticable del hecho es que se produjera antes de acabar el encuentro. Por lo demás, exteriorizar la alegría por la victoria enseñando al viento los cinco dedos de sus manos no lo considero una humillación al rival.



Os dejo unos enlaces para aquellos que les guste el sabor agridulce de la polémica de estos clásicos:

- Vídeo con las mayores entradas y tanganas del Barça-Madrid.
- Sergio Ramos repasa lo ocurrido en el Clásico.

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